viernes, 15 de abril de 2016

En la gran ciudad

  

  Más estrellas se querían anotar en la lista galáctica que amenazaba dejar Click Clack Records y fichar definitivamente con el señor R. que ascendía en su número de representados. En otro país, lejos de ese mambo, Kamón pidió un café cortado, un tostado y el diario de hoy. Mientras bebía, leía; sus ojos se topaban tristemente con la noticia de que dos argentinos en el exterior disolvían una agrupación histórica que había logrado reunir a las más importantes figuras del rap sudamericano y donde países como Chile, Paraguay y Argentina se veían representados con sus canciones al dejar Click Clack Records dejando abierta el mar de posibilidades en la industria de la música.

  Aguantando el espanto y esas ganas de escupir por presencia femenina. Kamón verificó si finalmente eran quienes había pensado y efectivamente: eran el porteño y el correntino. Ya no quiso comer, era obvio que esa noticia le había quitado totalmente el apetito.

  Lo que tanto había luchado y tanto sacrificio le había costado parecía ser en vano; pensó por un momento… si no fuera por la hermosa señorita que sonreía con sus auriculares puestos en la meza de enfrente, junto a la ventana del bar; habría perdido la calma arrojando el periódico al suelo solo por mero impulso. Se controló; le llamó poderosamente la atención los puntos negros que la joven tenía tatuados debajo de sus ojos. Sintió pánico ante la duda de si la muchacha lo vio lagrimear o no; sintió acidez así que tratando de olvidar esos sentimientos encontrados; se tomó la soda rápidamente.

 Volvió a mirar al sector de la ventana donde se encontraba la joven misteriosa y tras ella vio una imagen que lo conmovió aún más: del otro lado de tan acogedor lugar, en la vereda un vagabundo revolvía el contenedor de basura buscando comida.  Seguidamente llamó al mozo, pidió la cuenta y luego de dejar propina, envolvió el tostado con las servilletas para entregárselo al pordiosero. Charló un poco con él. Le había contado que su nombre era Marcelo y le dejó un cigarrillo como despedida.

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