Bajan lágrimas del cielo y no llueve.
Abre paso y avanza el promesero,
en silencio va cada ocho de enero;
Retomando la ciento diecinueve.
Mientas bebe sorbos, trae velas
Su ägua bendita y santo remedio.
Para pedirle ese sueño que anhela
Va de rodillas llegando al predio.
Caballos en el medio de la ruta
Soportando un sofocante calor
Entre chámame, guitarra, acordeón.
Asado hecho a fuego de viruta.
Los paisanos se reclutan al son
de la canción del gauchito y su don.
No hay comentarios:
Publicar un comentario