Universos paralelos no sólo
existen, y también nos rodean siempre.
Si son tristes, normal que los contemple
para así nunca sentirme tan solo.
No más existen, sino que influyen
con la fuerza en el galope cual potros.
A algún lejano sitio quizás huyen,
intuyen y viven entre nosotros.
Versos paralelos para no lelos,
para los bohemios sin paradero,
los parmesanos, insanos mozuelos.
Los que conocen el embarcadero.
Quién sabe si cambiaron cual regalos,
en esta realidad, su ser más malos.
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