Hoy solamente con cantar fígaro,
quisiera convertirme en Ícaro.
Hoy soy hijo de Dédalo arquitecto
y vuelo mis alas, vuelo perfecto.
Y desde ël laberinto de Creta.
Sobrevuelo buscando a mi coqueta.
Preciosa Náucrate, mi dulce esclava.
Versión latina de Julieta, brava.
Y yo el Romeo que rompe las cadenas
venzo a Minos, o a quien sea de Atenas.
Que apenas sienta mis alas, se aleje.
El riesgo es placer y mi rebeldía;
curiosidad innata, y picardía,
me aventuro a la osadïa que me despeje.
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