¡Oh! Mi luna eres hermosa,
la que me guía en esta senda,
tan fría y en ti se enmienda;
tan oscura y peligrosa.
Tú que alumbras esta fosa
Y me quitas esa venda.
Solo tienes en tu agenda
Estar siempre luminosa.
¡Oh! Compañera afectuosa
Brilla en mi noche penosa,
Ya sé que te destroza.
Pero esta será mi ofrenda,
Aunque espero no te ofenda:
Mi última glosa solloza.
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