El viejo



Frío, desolado, casi difunto.
Casi alcanzaba el máximo punto,
el viejo no volvió a ser el mismo,
quebrado en voluntad y egoísmo.

Su äfro, su bigote y su cigarro;
amasando con cuidado el tabaco.
Y por si así apareciera Baco:
bebiendo vino de algún jarro.

Junta: nísperos, limones, pomelos
y muchas veces se saca sus pañuelos;
para tapar plátanos y cubrirlos.

Hasta su chaqueta de los cincuenta
el solo piensa en compartirlos
y a su familia mantener contenta.

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