Noche mística de playa y arena;
entre rizos, suave melena al viento,
sus pies descalzos; sin ninguna pena
dejaban huellas aquel momento.
Moría afligida la estrella solar.
Manchaba de negro la luna enlutada.
En el reflejo del río podía caminar;
y en sus pupilas me perdí, de la nada.
Fuimos testigos de besos de luz.
Vuelo de alas, espadas y sangre azul;
parodia de la realidad virtual.
Actuación paupérrima del bien y el mal
Ángel espiritual de plumas en la playa
Otra como tú nunca dejes que haya.
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