Era nieve un regalo, un suvenir;
veía en la ventana su blancura.
Cifraba el lenguaje del alma pura:
naturaleza, invierno y tal vez porvenir.
Pequeños cristales de hielo dan de venir.
Caerán helados, su temperatura
infinita ën su pureza y bravura;
la fuerza del invierno hacen sentir.
Casas, cabañas y chimeneas humean,
mas vapor en la
atmósfera acumula;
va precipitado en hielo para que vean.
Va haciendo juegos como el ula-ula.
Cubriendo el patio, las mezas, los bancos;
siempre cubiertos de copos de nieve blancos.
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