Casi como no puedes olvidar tus errores, lejos de olvidar múltiples amonestaciones, peleas y falsas amistades que quedarían en aquel lugar. Noches de insomnio, pesadillas con aquella gente que te atormentaba.
Casi como un flash, eres alguien, vales algo para algunos. En medio de la noche te preguntabas si alguna vez serviría de algo tantos esfuerzos, tantos intentos, tantos sueños, tantos mambos.
Casi tan rápido como un parpadeo viste cambios rotundos: otra ciudad, otro colegio… casi tan lejos como lo que quedaba del grupo, los amigos, el equipo de fútbol, las cervezas en el bar, las concentraciones, las salidas a escondidas a Grisú y al otro día sin dormir, el interprovincial.
Casi tan lejos como la cuarta división, el debut en reserva, el gol de cabeza al equipo de la Universidad de la Fasta, el 3 a 0 en el clásico contra Alas Argentinas y el último gol en su cancha para jugando para la cuarta división. Casi sin pensarlo, Néstor dejó todo eso atrás.
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