sábado, 16 de abril de 2016
La vuelta del señor R
Cuando al fin se dispuso comenzar el tratamiento para mejorarse de una vez por todas de la enfermedad que venía padeciendo los anteriores seis meses en su residencia, el señor R también había decidido volver al ruedo musical.
viernes, 15 de abril de 2016
Paraguay & el apoyo internacional
En la gran ciudad
Crack Records en la escena internacional
El edificio del señor R
Las estrellas ya casi no llegaban a brillar sobre la soledad de aquella madrugada. Desde lejos la luna decoraba un cuadro góspel que lograba disfrazarse entre los infinitos rascacielos del puro estilo gótico, al igual que la iglesia que se hallaba frente al parque, la cual daba una imagen sensorial legendaria, dueña de una gran admiración a su majestuosidad que deleitaba la retina. Sin dudas un fotograma de esos que merecen ser recordados por el resto de la vida, con el sólo fin de contarla como mucho más que una gran anécdota a los nietos y nuevas generaciones. Esa sería una gran definición de la mentalidad del jefe de Crack Records que con su importante empresa que lideraba el mercado musical veía tal cual paraíso el ambiente que le rodeaba.
Del frío del sur al calor del Nordeste
Alonso y su positivismo ante el micrófono
Sakeo y el Rollo de Gangsters
JAJAJA… Entre risas, burlonas, un espacio para respirar, Matías sonreía apuntando al televisor. Acto siguiente se dirige a la ventana, asoma una de sus extremidades hacia el exterior para percibir el humo que se despide el aparcadero de la Anónima.
Paulo el graffitero
Caminaba las calles patagónicas con las manos en los bolsillos, un poco por costumbre y otro poco debido a las bajas temperaturas del ambiente y el viento andino que descendía de las montañas nevadas, escondiéndose en el horizonte y bajando por cerros y estepa, siempre preparado para arrasar con las mejillas frías, labios paspados y cachetes colorados de la gente sureña; inmerso en este paisaje idílico de cabañas, chimeneas humeantes, calefactores a gas y viejas salamandras de troncos de vertientes; iba Paulo contando una a una las monedas que llevaba; aunque siempre fue malo para las matemáticas; como desconfiando; volvía una y otra vez a repetir esta acción para estar seguro de tener el dinero necesario y no pasar vergüenza delante de “la mendocina”.
Néstor el freestyler
Peter el pescador
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